Es innecesario decir que con su muerte se acaba una era: Silvio fue la infancia de mucha gente, incluso un poco de la mía. En casa de mis abuelos, especialmente con mi abuelo, Silvio era religión y cualquier intento de cambiar de canal era desincentivado a voces.
La pregunta ahora es quién se queda con el imperio: Santos tenía seis hijas de dos esposas distintas.